No son populares en la dieta diaria, de hecho solo se les usa en postres especiales y en las fiestas de Navidad -época en la que abundan en el banquete familiar-. Sin embargo, los frutos secos son una fuente poderosa de fibra y energía que deberías incluir en las comidas de los chicos, sobre todo ahora que se inicia la etapa escolar.
Los frutos secos pertenecen a ese grupo de alimentos maravillosos que muchos de nosotros ignoramos y por ello excluimos del menú diario. Sin embargo, redescubiertos por la medicina natural y por el boom gastronómico, hoy los frutos secos son recomendados por los especialistas en nutrición como una fuente vitamínica excelente que nos proporciona mucha energía.
Esto por varias razones. Primero, por su alto contenido en calorías que es ideal para nuestros hijos, pues, por naturaleza, derrochan energía todo el día, al estar en clases atendiendo y aprendiendo, y luego cuando corren, saltan y juegan tanto en el recreo como en la clase de educación física.
Esto se ve reforzado por su contenido en vitaminas del grupo B: B1 (tiamina), B2 (riboflamina) y B6 (piridoxina); estos compuestos aportan mucha energía, además de contribuir al crecimiento de las células y tejidos, contribuyendo con el desarrollo de nuestros niños.
Segundo, porque algunos frutos secos contienen calcio, tal es el caso de las almendras y avellanas. El calcio fortalece los huesos, uñas y dientes, y también los cartílagos. Además de ello, estimula la buena circulación de la sangre combatiendo la debilidad y la fatiga, condiciones que pueden sufrir nuestros niños luego de largos períodos en clase.
El calcio también estimula el buen funcionamiento de la memoria y la actividad mental, justo lo que nuestros pequeños necesitan para rendir en la clase satisfactoriamente.
Otro beneficio de los frutos es su contenido en vitamina E. Como sabemos, esta vitamina contribuye a la cicatrización de esas heridas a las que nuestros hijos son tan proclives, además de estimular el buen funcionamiento del sistema nervioso, las funciones del cerebro y la memoria, mejora la visión y potencia su sistema inmunológico, previniendo enfermedades.
Un plus de los frutos secos es que son recomendados por su contenido en fibra, que protege la flora intestinal y estimula la buena digestión de toda la familia, así evitamos enfermedad del tracto digestivo, como el temido cáncer de colon.
Incluye los frutos secos como complemento de sus loncheras. Puedes alternar un puñado de nueces con avellanas, pistachos, pasas o con semillas de girasol. Del mismo modo, puedes preparar sabrosos postres, como bizcochos o bombones en los que los incluyas. ¡La salud de tus hijos será estupenda!
Imagen: The Wall Street Journal.
FUENTE: Boletin de PLAZA VEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario